domingo, 31 de mayo de 2009
Guerra de los Mil Días
La Guerra de los Mil Días fue una Guerra Civil que asoló a la República de Colombia y a Panamá (que en ese entonces era un Departamento de Colombia), entre 1988 y 1902. Tuvo como resultado la victoria conservadora y la posterior separación de panamá en 1903. El conflicto fue un enfrentamiento entre miembros del Partido Liberal Colombiano contra el gobierno conservador nacionalista del presidente Manuel Antonio Sanclemente. El brusco cambio provocado por la derogación de la Constitución de Rionegro de 1863 (que estableció un sistema federal) por la centralista Constitución de Colombia de 1886fuerzas (establecida bajo el mandato de Rafael Núñez) además de los violentos intentos de cooptación de los conservadores, como los intereses liberales de retomar el poder, provocó la violenta respuesta del bando liberal.
Luego de que Sanclemente tuviera que dejar el poder por dificultades de la salud, permitieron que se posicionara Marroquín el cual era más cercano al bando histórico de los conservadores.[] Lo que dio un vacío de poder que desembocó propiamente en la guerra que se inició con el asalto por parte de liberales mal organizados a la ciudad de Bucaramanga, lo cual provocó la respuesta del gobierno central. Aprovechando el aparato del estado, las comunicaciones y el contar con un ejército regular organizado y financiado, los conservadores siempre se enfrentaron en superioridad de condiciones a los liberales. A estos últimos se les dificultó el crear
Fuerzas regulares salvo en los departamentos de Santander y Panamá, donde sí lograron mantener enfrentamientos regulares.
Antecedentes
El siglo XIX fue uno lleno de conflictos violentos entre conservadores y liberales. A lo largo de que se fueron desarrollando los partidos, estos sucintaron grandes conflictos en el territorio Colombiano. La constitución de Rionegro que lidero a un gobierno federal sembró cada vez más las distinciones tanto entre los partidos, como entre los mismos estados que en ocasiones tenían ejércitos muchos más grandes que los del gobierno central. Bajo esta situación llena de conflictos sociales y guerras civiles, se creó la constitución del 86 que pretendía al contrario de la constitución anterior un estado Central y fuerte, en este año en el cual se suprimió la Constitución de 1863 (que revelaba los excesos del federalismo durante el periodo de los radicales) comenzaran a verse los primeros signos que desembocarían en el conflicto armado.
El factor detonante de la guerra, fue sencillamente el enfrentamiento entre las ideologías de liberales y conservadores, tanto entre ellos como dentro de sus respectivos partidos, en la cual se trataba de obtener el control del país
Con la época de la Regeneración y la aplicación de la Constitución de 1886, el régimen centralista no hizo sino agravar los problemas políticos de los cuales algunos departamentos no tardaron en sentir su malestar frente al gobierno central. En el campo económico, las decisiones políticas también provocaron su inestabilidad.
A ello se le agrega las dificultades de gobernabilidad del presidente Manuel Antonio Sanclemente, quién por esas circunstancias tenía una amplia edad fuera de estar muy enfermo para gobernar. Sumado a las revueltas en su contra y el creciente desorden económico que amenazaba al déficit extremadamente crónico.
Fue sin duda la conflagración más larga y cruenta, y la de más devastadores efectos de la economía nacional. Jorge Holguín, estimaba en 180.000 el número de muertos (en 1900 el número de habitantes de Colombia era aproximadamente igual a 4.900.000) y en 25 millones de pesos oro los costos ocasionados por la contienda, aparte de lo que significaba para la producción la leva de hombres, la interrupción de los transportes y el abandono de los campos en las regiones azotadas por la guerra.
Las batallas de Peralonso y de Palonegro
Las primeras derrotas militares para el bando liberal comenzaron días más tarde de haber iniciado la guerra en la batalla del Rio Magdalena el 24 de octubre de 1899. Pero el sector conservador, también se vio envuelto en problemas bastante delicados. Estos últimos se dividieron entre Históricos y Nacionales en un frenético intento de poner el país en orden. Los primeros lograron derrocar al presidente Sanclemente para colocar a su sucesor José Manuel Marroquín. Por su parte los liberales nombraron presidente del país a Gabriel Vargas Santos para que opacara a los mandatarios constitucionales del sector conservador.
Conforme al avance de la guerra, ésta tomó un giro más represivo y cruel, incluso la población se dividió para tomar parte en cada bando de un modo más fanático, pese a los esfuerzos de cada partido por obtener victorias que luego serían ilusorias. Sin duda, las batallas de Peralonso y de Palonegro pusieron al país en su lugar en cuanto a la magnitud de los daños que dejaba la guerra. En la primera los liberales obtendrían su última victoria de manos de Rafael Uribe Uribe. En Palonegro (25 de mayo de 1900) los conservadores detuvieron a sus enemigos forzándolos a un combate de desgaste, seguidos por el sitio a la ciudad de Cúcuta.
Con Palonegro, la guerra se volvió un conflicto sin sentido y carente de significado para los partidos Los liberales aguantaban desesperadamente ante las escasas ayudas de otros países, al tiempo que el propio partido se dividía entre Pacifistas y Belicistas. Los conservadores Nacionales pronto comprendieron que lo mejor era detener la guerra, que ya por entonces se centraba en Panamá y la costa del Mar Caribe.
Con esa decisión, se evitó internacionalizar la guerra (en Venezuela se trataba de provocar un conflicto abierto a través de su presidente Cipriano Castro quién apoyaba a Uribe Uribe para colocarlo en el poder). Las tropas de Marroquín lograron cortar la ayuda venezolana a los liberales (29 de julio de 1901), quienes fueron derrotados por el general conservador Juan Tovar. El general Uribe Uribe se vio entonces obligado a rendirse, pero con algunas condiciones. Juan Tovar
Los Tratados de Neerlandia y Wisconsin
Los tratados de paz se firmaron en la hacienda Neerlandia el 24 de octubre de 1902, pese a que los combates duraron hasta noviembre de ese año en panamá desde finales de 1901 entre los navíos Almirante Padilla (liberales) y el Lautaro (de propiedad chilena, expropiado por los conservadores), del cual fueron derrotados frente a Ciudad de
Más tarde vino la constante amenaza de la marina estadounidense enviada por el gobierno de Theodore Roosevelt para proteger los futuros intereses en la construcción del Canal de Panamá. Los liberales del general Benjamin Herrera, se vieron entonces obligados a deponer las armas.
El tratado de paz definitivo se dio lugar en el acorazado estadounidense Wisconsin el 21 de noviembre de 1902, en donde, por una parte, el general Lucas Caballero Becerra
, en calidad de jefe de Estado Mayor del ejército unido del Cauca y Panamá, junto con el coronel Eusebio A. Morales, secretario de Hacienda de la dirección de guerra del Cauca y Panamá, en representación del general Benjamín Herrera y del partido liberal; y por otra, el general Víctor Salazar, gobernador del departamento de Panamá y el general Alfredo Vázquez Cobo, jefe de Estado Mayor del ejército conservador en la Costa Atlántica, el Pacífico y Panamá, firmaron en representación del gobierno, el fin de la guerra.
Después de la guerra, Colombia quedo totalmente devastada en todos los aspectos: la crisis económica de la preguerra se agravó con la separación de Panamá el 3 de noviembre de 1903. Al país le costó proteger el delicado equilibrio de paz durante aproximadamente 45 años hasta que el Bogotazo hizo que las tensiones bipartidistas se salieran de control hasta 1958 (por el pacto del Frente Nacional) y el cual fue el precedente del actual conflicto armado de la segunda mitad del siglo XX y comienzos del siglo XXI. Ante el rechazo del Tratado Herran-Hay por parte del congreso colombiano, los panameños impulsaron sus viejas intenciones de separarse y con el apoyo militar y político de los Estados Unidos declararon su independencia el 3 de noviembre de 1903. Unos días después, el gobierno y congreso panameño concedieron a los Estados Unidos, a través del tratado Hay-Bunau-Varilla, el control a perpetuidad de la zona del canal.
Por otro lado, Estados Unidos normalizó sus relaciones con Colombia, por medio de un tratado Urrutia-Thompson, firmado en abril de 1914 durante el gobierno de Carlos E. Restrepo. En este tratado, Colombia reconoció la independencia de Panamá y fijó límites con el mismo. Por su parte, Estados Unidos se comprometió a pagar 25 millones de dólares a Colombia como indemnización por la pérdida de Panamá.